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Ni frío ni caliente: las sensaciones que no soportan tus dientes

Dec 16, 2023

 

¿Te cuesta consumir alimentos o bebidas heladas, muy calientes, en algunos casos dulces o ácidos, o sientes malestar al percibir el aire en tus dientes? Si no toleras alguna de estas condiciones, o tal vez ninguna, muy posiblemente sufres de sensibilidad dental.
Esta no es una enfermedad, pero causa un dolor dental tan agudo que sientes que algo no está bien en alguno de tus dientes al contacto leve y puntual a estímulos externos como el calor o el frío.

La sensibilidad dental afecta entre un 20 y un 35 % de la población y es el resultado del desgaste del esmalte dental o de la exposición de las raíces dentales. Sin embargo, puede ser causada por otros factores como caries, dientes agrietados o fracturados, restauraciones desadaptadas y blanqueamientos dentales.

Un cepillado deficiente, con excesiva fuerza, puede provocar la retracción de la encía y el desgaste cervical del diente. También se ha comprobado que alimentos como los cítricos, el té, el vino o las bebidas carbonatadas, por su alta carga de acidez, desgastan el esmalte de los dientes.

Asimismo, tratamientos odontológicos como la cirugía periodontal o el alisado radicular, también conocido como raspado de encías o la eliminación de las bacterias orales que causan la placa y el sarro acumulados, podrían causar este malestar.

La sensibilidad dental es una condición muy frecuente en pacientes con bruxismo, debido a que el rechinamiento de los dientes provoca su flexión en el cuello de la corona. Otras enfermedades como la úlcera gástrica, la anorexia y bulimia también pueden ocasionar sensibilidad dental, por el contacto con sustancias ácidas en la boca.

Ante los primeros síntomas, tratar la sensibilidad dental es fundamental porque puede desencadenar otras afecciones como la acumulación de placa bacteriana y, por consiguiente, cuadros de caries, gingivitis y periodontitis.

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